Entrevista realizada por Alejandro Frías para el medio MDZ Online
«Los alumnos de esta escuela, aprenden y deben transformar lo social», dice Mariú Carrera sobre los fines de este espacio, que aúna teatro y transformación social. Hablan varios de los profesores que le ponen el cuerpo a este proyecto, que ya cumple 15 años (2012).
La Escuela Popular de Teatro funciona desde hace 15 años, y sus talleres y carreras tienen un sustento y un objetivo muy claros. Por eso, MDZ Online se reunió con varios de sus profesores para conocer más sobre su propuesta de educación popular.
Rodrigo Chori Toledo, Federico Páez, Gabriela Céspedes, Alejandro Sifon y Celeste Seydell y Licia Kühne son profesores de la Escuela Popular de Teatro, y el compromiso con ella se les nota al hablar. Ellos, entre otros, ponen el cuerpo para que el proyecto siga adelante cada año y para que muchos jóvenes y adultos desarrollen, a partir del trabajo con el teatro, herramientas para que a la realidad no se las vendan envasadas y sean constructores de sus vidas.
“No hay una definición que sea abarcativa de todas las experiencias de educación popular. En realidad lo que trabajamos en la escuela tiene que ver con defender una práctica liberadora, una práctica que a partir del arte pueda llevar a la reflexión para la organización popular”,
explica el Chori Toledo, y Alejandro agrega más adelante:
“El arte engloba muchas circunstancias sociales de la realidad. El individuo lleva la experiencia a su lugar y busca la voz propia, que se trata de que la persona se conozca a sí misma y en base a eso pueda esbozar una nueva idea de la vida. La idea es ser contrahegemónicos, mirar al otro, entenderlo en su situación, comprender la nuestra y aportar lo que uno pueda aportar, pero no desde una referencialidad de clase”.
Respecto de quienes participan en los talleres, Licia destaca que:
“se trabaja en relación de generar y darle apertura y descubrir el arte, pero también se han forjado artistas acá, pero nunca desde la visión del artista como el ser iluminado, y eso siempre tiene esa concepción artística la escuela de trabajar desde que todos podemos hacer arte”,
y Celeste hace hincapié en la idea del artista trabajador:
“uno es un trabajador del arte, no un artista que está más allá de lo que piensa el común de las personas”.
Los talleres comenzaron hace algunos con una experiencia de escuela no formal con chicos que trabajaban en los semáforos, explica el Chori, y agrega:
“Esto hace que la reflexión pueda ir creciendo y que estos compañeros que trabajaban en los semáforos formen grupos artísticos en sus comunidades, y a partir de ahí, en el 2008, surge la necesidad de ir profundizando en la organización popular a partir del arte, y la escuela cede un espacio concreto para que ese se institucionalice, y además de la actividad concreta de la escuela, terminamos conformando un espacio de formación en educación popular para organizaciones a través del teatro y otras formas artísticas, como el circo y la plástica”.
“Un camino que este año se ha decidido empezar con la escuela son los talleres de educación popular que se desarrollan una vez al mes más los talleres propios de la escuela”,
detalla Gabriela respecto de las actividades que se realizarán en 2012.
En tanto, Celeste profundiza:
“Los talleres para este año surgen como una apertura a la sociedad en general, como en cualquier centro cultural, lo que tienen es que los vamos a dar siguiendo la línea del teatro comunitario, del teatro para todos, del arte como herramienta para todos lo que quieran caminar, el arte no como cuestión de una elite, sino como herramienta para la transformación, que puede ser la cotidiana de un barrio o la de una persona, un individuo que quiera hacer un taller y que quiera desde el arte mediar o ver cosas desde su propia realidad, un ser crítico”,
y el Chori concluye contundente:
“Un ser que puede optar, que no compra lo que está digerido”.
La Escuela Popular de Teatro abre su ciclo 2012, y para conocer más sobre sus talleres y cursos, los interesados pueden escribir a priescpopteatro@yahoo.com.ar o visitar personalmente la escuela en Ituzaingó 1560 de la Ciudad de Mendoza.