LOS PASOS CON PIES DESCALZOS

Vivimos la vida con nuestro cuerpo.

 Aunque calcemos tacones altos o botas de potro

 la recorremos con pies descalzos.

Arte oculto

No hay un solo instante en la vida de ningún ser viviente, más allá de su forma, (entiéndase: molécula infinitesimal, piedrita, océano, montaña, árbol, estrella, soles, luna, ríos, perros, gatos, tigres, dinosaurios, águilas, peces, moscas y mosquitos, arañas, gusanos, flores, seres humanos, cactus, algas, lombrices, ranas, sapos, gacelas, osos, tiburones, vinchucas, serpientes, mariposas, picaflores, calandrias, plantas medicinales y de jardín, musgos, pastitos y etcétera hasta llegar al infinito si es que fuese posible llegar en esto de nombrar todo lo existente!)…retomo: No hay un sólo instante en la vida de ningún ser viviente, más allá de su forma, que no sea vivido con el cuerpo. Puede uno estar sentado leyendo o caminando en una sala de espera de una prestigiosa clínica o de un comprometido centro de salud, o puede estar uno balanceando sus lánguidas ramas de sauce, o quizás devorando un fantástico desayuno con sus fauces gigantescas de león africano, o tal vez siendo observado y catalogado como ‘molécula unicelular’ o ser el ojo del bioquímico que trabaja desde el otro lado del microscopio, o el presidente del Tribunal Oral  de un Juicio por delitos de lesa humanidad en Mendoza, Argentina, o lo que sea! Durmiendo o comiendo, viviendo o muriendo, de fiesta o trabajando, echado al sol o corriendo tras una presa o un sueldo, con aspiraciones a candidato a gobernador o a reina de la vendimia o a rey de la selva, con cara de mojarrita de agua dulce o cintura de avispa o delicadeza de ciempiés, todo lo realizamos con el cuerpo.

El arte actoral permite a los seres humanos, parte de esta infinita población universal, asumir cualquiera de estas formas, es decir: las diversas formas del alma.